La retención de líquidos es un problema que afecta a muchas personas, especialmente a las mujeres, y puede llegar a ser muy molesto. Sin embargo, tenemos una buena noticia, y es que a través de la alimentación ¡es posible combatirlo!
Potenciar la diuresis, evitar la retención de líquidos
El término “diuresis” hace referencia a la secreción de orina y es uno de los procesos más importantes del organismo.
Por otro lado, la “retención de líquidos” es una acumulación excesiva de fluidos en los tejidos corporales, lo que puede provocar aumento de peso y sensación de hinchazón, especialmente en las piernas, tobillos y manos.
Son muchas las causas que puede haber detrás, como problemas de riñón o de corazón. Pero también hay casos en que la retención de líquidos no procede de una patología, sino que se debe a la dilatación de las venas en épocas de altas temperaturas, cambios hormonales, falta de actividad física o alimentación inadecuada.
Para tener una buena diuresis, es fundamental que cuidemos nuestros riñones, haciendo algo de ejercicio, bebiendo el agua suficiente y comiendo frutas y verduras todos los días. Estas son algunas de las claves para evitar la retención de líquidos y mantener unos riñones sanos.
Beneficios de los alimentos diuréticos
Cuando experimentamos retención de líquidos de forma puntual, podemos tomar alimentos con propiedades diuréticas para deshacernos del exceso de agua y desinflamar nuestro cuerpo.
Los alimentos diuréticos estimulan la producción de orina, contribuyendo a eliminar toxinas, ayudándonos a evitar hinchazón e incluso a bajar de peso.
En líneas generales los alimentos con estas propiedades diuréticas contienen un alto porcentaje de agua y minerales (como potasio y magnesio).
Los 10 mejores alimentos diuréticos naturales
Si sufres problemas de retención de líquidos, a continuación te recomendamos algunos de los mejores diuréticos naturales que puedes incluir en tu dieta diaria:
1. Arándanos. Ayudan a prevenir y tratar infecciones urinarias y digestivas gracias a los flavonoides que contienen. También mejoran la circulación periférica y tienen propiedades antioxidantes, además de ser ricos en fibra, vitamina C, potasio, hierro y calcio. Al igual que casi todos los frutos del bosque, contienen mucha agua y poca grasa y calorías, por lo que suelen formar parte de la mayoría de dietas para perder peso. Los arándanos se pueden consumir frescos, deshidratados, en batido, en zumo o acompañando un rico yogur.
2. Piña. Una fruta diurética con mucha fibra, pocas calorías y rica en vitamina C, potasio, calcio y fósforo. Está indicada para reducir el colesterol y además contiene bromelina, que es una enzima que favorece la digestión. Se puede tomar en cualquier época del año: al natural, dando un toque exótico a alguna ensalada, en zumo, en helado…
3. Sandía. Es, sin duda, una de las mejores frutas para comer en verano, ya que además de ser refrescante y baja en calorías, aporta innumerables beneficios para la salud. Contiene más de un 90% de agua, pero también proporciona gran cantidad de nutrientes, vitaminas, minerales y antioxidantes, que influyen positivamente en la función renal. Aquí puedes echar un vistazo a nuestra facilísima receta de granizado de sandía.
4. Espárragos. Bajos en calorías, sin grasa ni colesterol, pero con un alto porcentaje de agua, fibra y nutrientes. Los espárragos (verdes o blancos) son uno de los alimentos más depurativos que hay, pues contribuyen a eliminar toxinas del organismo y favorecen el tránsito intestinal. Además tienen propiedades antioxidantes, es decir, que ayudan a retrasar el envejecimiento celular. Su consumo es altamente recomendable para personas que retienen líquidos o que cuidan su alimentación para combatir el sobrepeso.
5. Alcachofa. Una verdura indispensable en las dietas de adelgazamiento, principalmente por su bajo contenido calórico, su alto contenido en fibra, su poder saciante y sus virtudes diuréticas. Saludable y deliciosa, la alcachofa ayuda también a reducir el colesterol y a estabilizar los niveles de azúcar en sangre. Su consumo disminuye, por tanto, el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y contribuye a prevenir y frenar la diabetes.
6. Cebolla. Antiinflamatoria, depurativa, antioxidante, expectorante… son sólo algunas de las propiedades de esta hortaliza esencial en toda dieta. No obstante, hoy lo que destacamos es su poder diurético, fruto de su alto contenido en agua, vitaminas, calcio, magnesio, fósforo y potasio. La cebolla es uno de los ingredientes más recomendados para los pacientes con insuficiencia renal, gota o hiperuricemia, cálculos renales, edemas o hipertensión. La mejor forma de absorber todos sus nutrientes sería consumiéndola cruda (en ensalada, por ejemplo) o cocida.
7. Pepino. Uno de los vegetales más ligeros y refrescantes. El pepino cuenta con un 95,7% de agua en su composición, y es rico en vitamina C y en fibra. Sus niveles de potasio y sodio le otorgan poder diurético, por lo que es muy recomendable para activar la función de los riñones y estimular la eliminación de líquidos y toxinas del cuerpo. Se puede incorporar a la dieta como ingrediente de sandwiches, ensaladas, gazpachos y batidos.
8. Remolacha. Es una excelente fuente de ácido fólico, así como de vitamina C, potasio, fósforo, hierro y magnesio. Considerada un superalimento, por la cantidad de nutrientes que aporta, la remolacha es también uno de los diuréticos naturales por excelencia. Además de facilitar la excreción de orina, ayuda al tránsito intestinal, regula el flujo sanguíneo y mejora la presión arterial. E incluso puede convertirse en tu aliada para sobrellevar las molestias menstruales. Puede tomarse en zumo, en gazpacho o crema fría, en ensalada o en diferentes guarniciones y salsas.
9. Perejil. De color verde intenso, esta hierba aromática es uno de los condimentos más utilizados en la cocina, pero su valor nutricional va mucho más allá de una bonita decoración de los platos. El perejil es rico en calcio, fósforo, potasio, vitamina C y flavonoides. Por su acción diurética, resulta útil para combatir el edema, las infecciones de las vías urinarias y los cálculos renales. Además de todo esto, facilita la digestión y mejora la hipertensión. Incorporarlo a la dieta es muy sencillo, pues combina a la perfección con la mayoría de recetas de sopas, cremas, pastas, carnes, pescados, tortillas, patatas, etc. También se puede consumir en batidos de verduras e infusiones.
10. Apio. Es una saludable hortaliza que, a pesar de ser muy pobre en aporte de energía, es muy rica en micronutrientes y en agua. Popularmente conocido por su capacidad de aumentar la diuresis gracias al aceite esencial que contiene, el apio ejerce un efecto dilatador sobre los vasos renales y favorece la eliminación de agua y de sustancias tóxicas por la orina. También resulta eficaz contra trastornos articulares, como hiperuricemia, gota o diversos reumatismos. Al tratarse de un alimento con muy pocas calorías, ha ido cobrando cada vez mayor protagonismo en las dietas para adelgazar. Sus pencas, tiernas y crujientes, pueden consumirse crudas, hervidas, rellenas o en sopas y guisos, aunque la mejor manera de aprovechar todas sus propiedades es en crudo: solas, en ensalada o en batido.
Que la alimentación juega un papel fundamental en el equilibrio hidroelectrolítico no es ningún secreto. Pero, aparte de incluir estos diuréticos naturales en tu día a día, hay otros consejos que pueden servirte de ayuda a la hora de cuidar tus riñones, como moderar el consumo de conservas, embutidos y carnes rojas, y evitar en la medida de lo posible la sal, el tabaco y el alcohol.
Combina una dieta depurativa baja en sodio con ejercicio
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